jueves, 17 de julio de 2008

Recordando

¡ Que bello diálogo oyó Swann entre el piano y el violín al comienzo del último tiempo! La supresión de la palabra humana, lejos de reinar la fantasía, como se habría podido creer, la habría eliminado; nunca un lenguaje hablado fue necesidad tan inflexible, ni conoció aquella pertinencia en las preguntas, aquella evidencia en las respuestas. Primero el piano se quejó en solitario, como un pájaro abandonado por su pareja; el violín lo oyó, le respondió como encaramado en un árbol vecino. Era como en los albores del mundo, como si no existieran más que ellos dos sobre la tierra, o, mejor, como en un mundo cerrado a todos los demás.
Marcel Proust.

Buuuuaaaaaaaaa, lloro de envidia.

Hay veces que leyendo he escuchado la música descrita, en esta ocasión fue una de ellas, sentí la pena del pájaro abandonado.