miércoles, 26 de mayo de 2010

Oido al paso

Esta mañana mientras esperaba en la cola de una administración de loterías detrás de un grupo de trabajadores de la ciudad fallera: Me mira esto a ver si ya... Le ha dicho a la dependienta uno de ellos mientras los otros dos le miraban con atención, ¡joder! si es que nunca nos sale nada, a comentado el de la demanda, a lo que el más cercano a mí le a dicho con cierta enjundia: Los besos son sólo para los señoritos, a nosotros nos toca solamente follar. Y han vuelto a poner su €uro cada uno de ellos en una nueva apuesta. Moraleja.- ¿Será que también a ellos les gustan los besos?.

lunes, 28 de septiembre de 2009

LA INOCENCIA

Dice la estrofa de una zarzuela: Yo tocaba la flauta y el caramillo – y a mi lado triscaban los cabritillos. - No pensaba en amores por ser pecado, y además porque estaba – muy ocupado, en que no se me fuera – ni un corderito y no se me perdiera el pobrecito.
(De LA CORTE DE FARAON)

Es admirable que el ser inocente, no el inocente de un acto, no, ese no, me refiero al inocente un poco ignorante un poco bobalicón que va por la vida tan sólo tocando la flauta y el caramillo y lo demás todo lo demás no le importa un pito. Se ve que él es feliz así, no necesita nada más. todo lo que tiene, que es poco (algunos cabritillos y algún corderito) y que probablemente no sean ni de su propiedad le parece suficiente y encima no quiere que se le pierdan pues quiere que todo siga siendo así, es lo que él conoce y le complace, o sea, se siente feliz.
Yo me pregunto ¿sera esa la felicidad? Sera necesario ser inocente para serlo. Si tan sólo el ser transigente y conformado, un poco ignorante y un poco bobalicón, nos da la autentica felicidad (cómo he podido vivir tantos años equivocado? con lo fácil que es. Pues bueno si de verdad es así, si es esta la receta mágica que crea la felicidad en nuestro entorno de hoy en adelante ya no pienso preocuparme por nada, ni tan siquiera por lo que diga el Faraón.

jueves, 10 de septiembre de 2009

LÁTIGO=DINERO

De todas las civilizaciones que nos han precedido, hoy en día se conocen infinidad de detalles y hay en ellas diversidad de formas de vida costumbres y religiones, cómo no, pero fijándose un poco, hay algo que es común a todas EL LÁTIGO.
Como han sido tantas hablemos sólo de las más cercanas a nuestra cultura que creo que es equiparable.

EGIPCIOS.- El faraón generalmente era hijo de dios y contaba con el sumo sacerdote para ratificarlo, a base de esto gozaba de poder absoluto y todo le pertenecía, generalmente excepto unos pocos, arribistas, sacerdotes y hechiceros o adivinos el pueblo llano trabajaba para comer y pagar los impuestos generalmente en especias ya que aún no se había inventado el dinero pero si el látigo, y, lo mejor era pagar pues de lo contrario siempre había quien blandía el látigo despiadadamente.

GRIEGOS.- Ni que decir; la primigenia democrática, una estructura en la que el pueblo parecía que elegía a sus dirigentes y además ya se había inventado el dinero, pero el látigo seguía siendo el instrumento temido, había que trabajar para pagar y que todo funcionase, de lo contrario latigazo que te arreaban.

ROMANOS.- Que gran Imperio, que organización, que tíos. El que mandaba no siempre era hijo de un dios pero casi, también tenían muchos sacerdotes y cosas de esas, arribistas y demás que les ratificaban en el cargo mientras a ellos les siguiese arribando el diezmo; la Hacienda Pública ya funcionaba y los dineros eran recaudados al igual que hoy en día con criterios ciertamente extravagantes y así iba la cosa pero pagar había que pagar de lo contrario ya sabéis látigo.

ACTUALIDAD.- (SOCIEDADES DE CONSUMO O CAPITALISTAS) Esto último cada vez esta más mal visto ya casi no se usa eso de Capitalistas se prefiere lo primero Sociedad de Consumo. Socialmente han cambiado pocas cosas pero hay una que no se sabe cuando, pero no hace mucho, debió de ser por la revolución industrial o por esas fechas, a alguien se le ocurrió que como lo del látigo estaba muy mal visto era mejor cambiarlo por el humano deseo de consumir, tener, tener mucho de todo, y a ser posible más que parientes y vecinos el que no tenga pues que se joda y todo eso, y así invento el látigo invisible, pero sigue funcionando lo mismo con extrema crueldad. Resumiendo LÁTIGO IGUAL A DINERO.

jueves, 13 de agosto de 2009

Mi panza y yo

No sé decir desde cuando vengo peleándome con mi panza, esa maravilla elástica y pertinaz que responde con tanta sutileza en mostrar al mundo que me rodea el más nimio de mis excesos en cuanto a mi alimentación se refiere.
Cualquiera diría que soy un tragón, yo francamente siempre he pensado que no es así, pero claro esas son mis razones y es justo ahí donde comienza el conflicto, ¿quien gobierna a quien? mi panza o yo.
En que curiosa parte de mi cerebro esta la respuesta no lo sé; si me lleno de voluntad el animo, si me convenzo de que tengo que ser más ordenado en mis comidas, si tras esta sensata razón me paso unos días siendo comedido y ordenado en todo lo que como, en todo lo que bebo, comienza sin duda una ligera merma de su exagerado volumen, poco a poco y tras denodados esfuerzos te levantas un día y parece que sí, que has perdido un poco de panza, cuanto a penas, sólo un poco, pero ya se significa, es manifiesto y veo aparecer en mi cara una ligera sonrisa, je, me digo, ¡que no tengo yo voluntad!, hasta ahí podíamos llegar hombre, que mi panza me pudiese a mí... sí, sí, pues no soy yo nadie.
Bueno pues es justo en ese momento cuando algo comienza a cambiar. De repente, y, casi siempre de forma sibilina, a traición, me encuentro pensando que no sé para que tanto esfuerzo, tanto privarme de esto, privarme de aquello, si total voy a seguir siendo el mismo de siempre y, otra cosa también me sucede cuando comienzan esos mismos cantos de sirena, me pregunto si no estaré comiendo poco, si no estaré haciendo demasiado deporte, quizás, me digo, me vayan a faltar algunos nutrientes, quizás mi corazón acostumbrado como lo tengo a una sangre fluida, licuadita oportunamente con algún que otro güisqui se me vaya a quedar atascado, quizás a mi cerebro le vaya a faltar algún nutriente de esos que estoy seguro que el buen vino lleva aparejado en su receta, quizás también, mi aparato digestivo deje de hacer buenas digestiones por falta de alguna cerveza que ayude a diluir bien los alimentos, ya que tan buena es para todo y vaya a ser peor no seguir tomando.
Que más da tener un poco más de panza o un poco menos de panza me digo, si total el resultado va a ser el mismo nada de nada va a cambiar, nadie me va a decir que bien estas ahora, que bien te sienta no tener esa panza que tanto te afea. No es que esto tenga mucha importancia pues nunca he respetado la opinión ajena en cuanto al físico se refiere, pero allá en algún lejano reducto de mí mismo siempre he querido no ser un panzón, mas, a pesar de todo me dejo convencer y de nuevo comienza la lucha.
No sé si a alguien más le pasara lo mismo, no creo yo es que soy tan singular, je.

jueves, 30 de julio de 2009

Fue la Luna

Son tantos los libros que se han escrito sobre la cerveza que pretender decir algo nuevo aquí es harto difícil pero... que más da, por intentarlo que no quede.
Hace unos días en una conversación entre amigos, de esas tertulias en las que lo importante no es el tema en sí mismo si no hablar, pues todo suele ser olvidado con rapidez, contar algo que mantenga la atención durante algunos minutos y que la fiesta no decaiga en silencios y aburrimiento suele ser lo más apropiado; bueno, pues mira por donde se me ocurrió contar como había influido algo, alguna cosa, que no identificaba en principio (pues era muy misterioso) que había cambiado el resultado final de la calidad de nuestra cerveza. Ni que decir tiene que toda la formulación había sido realizada correctamente. Todas las fichas del proceso las repase una y otra vez y todo era correcto, proporciones, tiempos, temperaturas, PH, densidad, productos, todo. Pero algo había cambiado a mejor en la fermentación del último back de cerveza que hace unos días había hecho y desvelar ese misterio ni que decir tiene que eso era muy importante para mí.
Después de varios días de pensar sobre lo sucedido y ya llegando a la conclusión de que en algún momento se nos había colado un error estaba por dejar el tema en paz y esperar que en lo sucesivo nos pasase siempre así pues la calidad era apreciablemente mejor; cuando, por otros menesteres me puse a ver en un calendario que día de la semana caía una fecha y por pura casualidad me fije en las fases de la luna, no se por que me vino a la cabeza un recuerdo de mi abuelo y sus ajos, él plantaba sus ajos, decía que los suyos eran los mejores claro, y también decía “sempre ya que plantarlos en cuart menguant, sempre en cuart menguant, fill” (siempre hay que plantarlos en cuarto menguante, siempre en cuarto menguante, hijo) y a que no sabéis en que fase de la luna se hizo ese tan buen back. En cuarto menguante... ¡coño! dije yo, y, ahí todo el mundo opinó.

sábado, 7 de marzo de 2009

Dudas

Una pregunta no es mucho.

Hace casi cincuenta años comencé a escribir una novela y después de un intermedio de cuarenta años, decidí, hace unos meses, retomar el hilo de aquel deseo. Soy, o, humildemente me considero un buen lector; siempre, a lo largo de mi vida me gusto hasta el entusiasmo esa perfecta manera de contar historias que tienen los buenos escritores, Ellos tienen ese poder, el instinto de crear personajes literarios con tanta fuerza que la vida real de los hombres siempre me pareciera pobre comparada con ellos. Si en algún momento se me ha ocurrido comparar mi existencia con alguno de esos fantásticos personajes siempre termino queriendo llorar de envidia, o reír con ganas al sentirme tan dentro de su fiesta. Y es que ya no es mi mundo, es el de ellos, es el literario, no el mío. Sé que ni al más humilde escritor hay que dejar de criticarle aquello que desea contar a sus semejantes, la mayoría de las veces sin ningún ánimo de lucro pero ese esfuerzo creativo es lo que cuenta, y es por esto, que quiero dar las gracias a todos esos hombres y mujeres que un buen día decidieron escribir.
Bueno, y ahora mi pregunta.- Tengo un buen amigo (personaje literario) que dentro de mi novela me cuenta esta historia en un breve pasaje y no sé si es excesivamente trágico, así que he decidido colgarlo aquí en mi blog que aunque sé que no lo lee nadie, he pensado que igual cae algún despistado y se quiere tomar la molestia de aconsejarme.
Dice así.-
“Manuel estaba hablando con su vieja amiga en el salón de estar de la residencia “La tercera edad”, ella termina de llegar, ha ingresado después de enviudar ya hace unos meses.
Él le dice: Tengo el corazón podrido de tanto quererte, siempre te he querido y, mirándola sonreír dio un suspiro y expiró.
Luego siguen otras cosas claro, pero me gustaría saber sólo alguna opinión sobre este párrafo descrito.
Y es que hay edades en que con algunos órganos lo mejor es no jugar, ni mentarlos vamos.

viernes, 20 de febrero de 2009

Cerveza artesana Abadíaespañola


De momento la embotellamos en dos tamaños, botella de tercio 330cl. y botella de tres cuartos 750cl. el contenido alcohólico es de 4.8 Volúmenes y los componentes son: Cebada de dos guias o de verano con dos diferentes maltificaciones. Lúpulo conos de flores hembras IBU 32. y Agua. Es una excelente Porter.