sábado, 19 de abril de 2008

Hay tristeza que a veces...

Hay tristeza que a veces, no sé, no sé. Esto me paso la tarde despues de autos.
Estabamos los tres arrimados a la barra del bar, pues nos faltaba un punto en la partida de Domino y no iba a poder ser (montar la partida) ya que el peor jugador del mundo, pero un autentico potrudo eso sí, nunca más vendría, esa mañana le habíamos enterrado y aún sobrevolaba entre nosotros un poco del disgusto de aquella perdída... y se ve que ibamos bebiendo.
En un momento de no tanto alboroto se acercó servicial como siempre la encargada del Casino y no sé si por desviar la atención de nuestra conversación un tanto lastimera, o por que le debían de haber sobrado de las fiestas del fin de año nos trajo unos calendarios con la foto de una Sra. en pelotas, se hizo un poco el silencio y por salir de ese momento tras unos segundos yo comente: La verdad a mí esos calendarios nunca me han gustado, esas fotos en su anonimato nunca me ha sugerido ningun morbo. Yo siempre he preferido para hacerme una buena paja cualquier foto de alguna de mis viejas novias, aunque la foto sea de carné. Por cierto os voy a contar: Hace sólo unos días ordenando un cajón de viejos papeles encontre una pequeña fotografía de... os acordáis de aquella... Recuerdo que ella era pristina,angelical,encantadora y pura por lo que poco hacíamos en nuestros encuentros, eso sí, sólo le gustaba lo que le gustaba... ¡Que cosas hacíamos! pues bueno, recuerdo que su flujo vaginal tenia algo especial pues por aquella época mis dientes brillaban blancos y limpios, claro que como los dos éramos jovenes así parecía que debía de ser, pero yo no lo tenía tan claro ya que mi boca en una sola semana fabricaba el suficiente sarro para que todos mis dientes amarilleasen en extremo y esto era así hasta que de nuevo con un solo domingo con ella mi boca, bueno mis dientes de nuevo lucían en su total blancura.
Yo les iba contando mi recuerdo con total seriedad pues para mí sólo era una más de las historias de mi juventud y me ceñía a la verdad de los hechos, pero eso que de repente ves que la atención esta centrada en ti, que todos los ojos de alrededor miran con vivo brillo tu boca como si tus palabras fueran tan corporeas que se pudiesen ver. En ese justo momento fue cuando sonó este comentario "Lastima de dentrifico que se ha perdido la humanidad"

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